Discos intervertebrales: ¿es posible regenerarlos?

Aunque la mayoría de gente (e incluso profesionales) piensa que no es posible regenerar los discos intervertebrales, la realidad es que sí lo es. Los discos intervertebrales son un tejido vivo, es decir, dinámico y con capacidad de autosanación. Aquí tienes un estudio donde lo afirma expresamente.

"...con una lesion...tiene considerables propiedades regenerativas"

En marzo del 2015 tuve un accidente en la zona cervical mientras jugaba con mi hijo en unas colchenetas. Doy gracias que salvé el pescuezo (nunca mejor dicho) y a día de hoy puedo llevar una vida normal. Sin embargo, pasados los primeros días después de salir del hospital empecé a darme cuenta de que algo no estaba bien... y que quizás me enfrentaba a una recuperación más larga de lo habitual.

(Selfie tomado por accidente la noche de mi ingreso en el hospital...)


Empecé a sufrir de debilidad muscular, mareos, pinchazos en dedos y manos, arritmias, dolor constante, ruido de arenilla en el cuello... y un largo etcétera. Mi diagnóstico había sido el siguiente: rotura de cervical T1, hiperexensión de varios ligamentos en el cuello y varios discos inflamados. Concretamente mi disco cervical (C5-C6) quedó muy tocado en el accidente y comprimía no sólo los nervios de los brazos y espalda sino también el fluido espinal. Esto me causaba todo tipo de síntomas. Nunca había experimentado lo que pasa cuando tocas el "hardware" del cuerpo (el sistema nervioso). Los síntomas son muy diferentes de los normales y además pueden ir más allá de lo puramente físico. Por ejemplo, ir a un parque con niños jugando o al supermercado me causaba gran estrés y ansiedad, mi cuerpo no era capaz de procesar todos esos estímulos (sonidos, colores, gente...etc) porque mi sistema nervioso había sufrido un shock.

Entré en una especie de depresión, entre el desconcierto de no saber en qué acabaría todo aquello, un bajón metabólico tremendo y los constantes síntomas que no acababa de entender. Pasé por momentos duros y hasta pensé en operarme (como me dijo un médico que tendría que hacer en el futuro), pero a pesar de todo ello nunca dejé de creer en la capacidad de mi cuerpo para recuperarse incluso de los problemas más graves.

Mi proceso de sanación tardó unos 3 años. No te digo esto para desanimarte, sino para decirte que debes tener paciencia y si realmente te quieres curar, hoy en día puedes conseguirlo y además mucho más rápido porque no necesitas dar tantos palos de ciego como yo. Aquí voy a compartir contigo información que te va a ayudar mucho. Pero antes de llegar ahí...

¿Por dónde llegan los problemas en los discos?

Al final el problema siempre es un flujo inapropiado de agua y nutrientes. Esto puede ocurrir por varios motivos:

- Falta de hidratación: puesto que hay ciertos tejidos del cuerpo que son prioritarios (ej. cerebro), el cuerpo va a sacar líquido de donde pueda para mantenerlos hidratados. Si no bebemos lo suficiente los discos van a perder capacidad de regeneración.

- Trauma: esto es obvio. En mi caso, yo me hice daño en una cama elástica, otros en un accidente de tráfico…etc.

- Mala postura y/o mal movimiento: se trata de un tipo de "trauma repetitivo" que finalmente desencadena un dolor que “aparece de la nada.” Ej: una persona en la oficina usando mal la silla al girarse todos los días, otro que no sabe coger cajas del suelo correctamente, trabajar en el ordenador con la cabeza adelantada …etc., todo ello restringe el flujo correcto de agua/nutrientes a los discos que si recuerdas es clave.

- Falta de proteínas: sí, tu cuerpo está hecho de unos bloques de construcciones llamados aminoácidos. Si no consumes una cantidad adecuada con el tiempo tu "edificio" se va descomponiendo y la espalda y sus discos no son una excepción. Un mínimo recomendado sería tu peso en gramos de proteína (ej, 80kg, 80 gramos).

- Falta de altura/apoyo molar: esto es algo que el 99.9% de la población y la mayoría de profesionales desconoce. Tu cabeza se apoya sobre un trípode formado por las dos hileras de muelas y la primera cervical C1 (atlas). Si el apoyo no es correcto... la gravedad hace el resto. Aprende más sobre el método Starecta aquí.

¿Qué ocurre con el tiempo?

Con el tiempo los discos se debilitan y pierden grosor y al hacerlo comienza una cascada de compensaciones que el cuerpo se ve obligado a realizar:

  • Los múculos se tensionan en la zona problemática para protegernos de lesiones más graves. Esta tensión "acumulada" causa malestar y dolor. Algunos empiezan a tomar analgésicos o tener migrañas.

  • Los bordes de las vértebras se empiezan a expandir (osteofitos, o "picos de gallo") para seguir ofreciendo estabilidad puesto que los discos ya no pueden ofrecerla por sí sólos.

  • Los osteofitos empiezan a reducir el canal por donde pasa la espina dorsal (estenosis), reduciendo la "electricidad" general que baja hacia otras partes del cuerpo. Es algo tan gradual que casi no se nota, pero los que hemos tenido algún accidente que ha afectado el flujo espinal sabemos que la fuerza no está en los músculos, sino realmente en los nervios. Puede aparecer debilidad en piernas o incluso en órganos (al estár también inervados por nervios).

  • Cuanto peor es la salud de los discos (si lo postura no cambia) más presión hay sobre el canal central y sobre los nervios que salen del foramen neural. Empieza a haber debilidad en brazos, pinchazos, más rigidez en cuello...y también otros problemas en la parte lumbar de la columna como compensación.

Tras investigar infructuosamente durante un tiempo (más que nada porque no sabía bien qué buscar) un día se me ocurrió buscar en internet las palabras “cómo regenerar los discos intervertabrales”. Lo que descubrí ese día es lo que sospechaba, que el enfoque convencional se basa en remediar los síntomas y arreglar con “parches” en lugar de ir a la causa del problema para sanarlo.

La “solución” habitual a un disco muy desgastado es una operación de fusión de vértebras (aunque cada día esto se hacen menos). ¿No sería mejor intentar regenerar el disco intervertebral y evitar la operación? Claro, pero cómo.

Regenerar los discos intervertebrales es posible

El doctor Eric Shapiro fue el primero que me enseñó que realmente los discos sí se pueden regenerar. Sin pensármelo mucho, y tras pedir un préstamo para poder pagar su costoso programa, me apunté para participar en su protocolo no invasivo para la regeneración de discos. Según él (y estoy de acuerdo), todos los tejidos del cuerpo están vivos y pueden regenerarse si se dan las condiciones apropiadas. Cuando una planta se está marchitando la solución no es pintarla de verde sino regarla. Tres veces a la semana iba a su consulta para intentar rehabilitar la capacidad que tienen los discos intervertebrales de absorber agua y nutrientes, regenerarse y recuperar su función normal.

El programa de este doctor consistía básicamente en aplicar presiones variables a los discos, realizar unos ejercicios específicos y seguir unas pautas de dieta y suplementos. "Hay que nutrir la planta desde dentro" decía. 

    Algunas tácticas para mejorar la salud de tus discos

    Hidratación. Esto es lo MÁS importante. Debes estar bien hidratado porque los discos son como esponjas que absorben agua para incrementar su volumen. Debes beber más agua de lo que normalmente tomas y si no la absorbes bien añadir algo de sal SIN aditivos para que se retenga mejor el agua.

    Movimiento. Los discos intervertebrales no tienen un sistema capilar que les lleve el agua así que dependen del movimiento de los músculos y articulaciones contiguas para recibir su agua. En este sentido el movimiento es medicina. Muévete, cambia de posición todo lo que puedas, no pases más de 15 minutos sentado o en la misma posición. Si bebes suficiente agua pero no ayudas a que se distribuya mediante el movimiento entonces no conseguirás tu objetivo: rehidratar los discos. Un tipo de “movimiento pasivo” son los masajes, si consigues convencer a alguien para que te dé un masaje todos los días (puesto a soñar…) sería también fantástico porque el masaje mueve las estructuras y “alimenta” los discos.

    Nutrición. Los discos no son sólo agua, sino también una serie de tejidos formados por proteínas y polisacáridos. Puesto que realmente no somos lo que comemos sino lo que absorbemos, debes asegurarte de que tu digestión es efectiva y estás absorbiendo tu comida. Te recomiendo que aumentes tu ingesta de aminoácidos con algún suplemento o siendo consciente de hacer una dieta más alta en proteínas. Recientemente un lector me mandó este email: "...y conseguí superar la espondilitis anquilosante. Todo ello debido a una dieta que nos recomendó un especialista en reumatología que dio una conferencia en la Asociación aportando datos sobre un alimento que no debíamos tomar nunca: el almidón ya que era lo que mantenía un grupo de bacterias causantes de la enfermedad. Es una dieta difícil de seguir porque debes eliminar el pan, los cereales, las legumbres, etc." Este email me pareció muy interesante, así que investigué más sobre el tema y descubrí que efectivamente existe una correlación elevado entre el consumo de almidón y la aparición en el colon de una bacteria llamada Klebsiella pneumoniae (estudio). Cuando los niveles de esta bacteria son elevados (por el consumo de almidón), y si el sujeto posee los alotipos genéticos HLA-B27 se puede desarrollar un tipo de autoinmunidad que ataca los discos de la columna y las articulaciones. Elena Wagner era una deportista de élite que acabó en la silla de ruedas por este tipo de problema y cuenta su experiencia e historia de superación en su libro: "Comer Sano Para Vivir Mejor."

    Cristales de MSM (metil-sulfonil-metano), un compuesto de azufre orgánico. El MSM que se vende normalmente en tiendas no es prácticamente efectivo porque viene con algunos aditivos (como sílice…etc.). El MSM es muy seguro de tomar, fundamental en la reparación de tejidos y un gran aliado también en muchos otros procesos (detox…etc.), pero debes encontrar una marca de cristales de MSM sin ningún otro aditivo. Por otro lado, siempre que se toma azufre, es recomendable tomar un suplemento de molibdeno porque trabajan juntos. Otro suplemento interesante es el colágeno porque no sólo ayuda en la regeneración de tejidos sino también en el control de los procesos inflamatorios por su elevado contenido en el aminoácido glicina. 

    Terapias para regenerar los discos intervertebrales (en lugar de cortarlos o quitarlos)

    Aquí te dejo algunas de las terapias no invasivas más seguras y efectivas en mi opinión. 

    Hidrotomía percutánea. Ésta es mi técnica preferida y la que más me ha ayudado. Se trata de hidratar el disco con inyecciones de agua marina isotónica y otros elementos añadidos (vitaminas, antiinflamatorios..etc.). En lugar de hidratar el disco de forma indirecta bebiendo agua y moviéndonos con regularidad, se fuerza la hidratación de forma exógena. En esta foto puedes ver cómo me aplican la técnica en el cuello.

    Células madre. Este tipo de terapia es el futuro no sólo en lesiones sino en muchas otras aplicaciones ya que es capaz de regenerar casi cualquier tejido. El problema actual es que está al alcance de muy pocos por su precio y porque todavía no se ha desarrollado un buen sistema para que estas células madre se fijen a la zona donde más se necesitan (al menos en lo relativo a discos). Creo que en unos pocos años será algo bastante normal y por eso quería mencionarlo. Como curiosidad te dejo aquí un enlace a una técnica muy prometedora que se está estudiando en la Duke University para reparar los discos mediante  bioingeniería.

    Prolozono. Se trata de la versión 2.0. de la proloterapia (terapia de proliferación). Desarrollada por el doctor Frank Shallenberger, el prolozono es básicamente un cóctel de ciertos elementos antiinflamatorios y otros que ayudan a la proliferación de tejido nuevo combinados con el gas ozono que también ayuda a la regeneración y a mejorar la utilización de oxígeno localmente. Una vez el cuerpo tiene los elementos necesarios es capaz de regenerarse. Altamente recomendado. 

    Prolozono vs Cirujía

    Estas son las técnicas que todo el mundo con problemas de articulaciones, más concretamente de discos intervertebrales deberían probar. En la clase "Sana tu espalda y cuello" explico en más detalle estas técnicas y cómo combinarlas con ciertos ejercicios y suplementos para obtener los mejores resultados. Se trata de un programa de 90 días con instrucciones paso a paso y acceso a preguntas si necesitas aclaraciones. Más información aquí:

    Enlace: Sana tu espalda y cuello

    Todos merecemos una vida con mayúsculas y una salud a prueba de balas pero a veces las cosas necesitan un proceso. Deseo que el tuyo sea lo más corto posible y que estás ideas que he compartido aquí contigo te ayuden en tu camino.

    Recuera el seguir un estilo de vida saludable en general, tener paciencia con tu progreso e incorporar todas las técnicas específicas de espalda que te sea posible. Nunca pierdas la esperanza, puedes vivir una vida sin dolor. 

    ¡Un salud-o!